Martes, 27 de agosto de 2024
• Los concejales populares Elena Candia, Antonio Ameijide y Flor Rubinos visitaron este espacio en el que están todos los contenedores retirados de las calles de la ciudad y de las parroquias. Entre ellos aquellos dañados por accidentes o por incendios, así como los de color marrón destinados a depositar los restos orgánicos.
• El pasado 5 de junio la alcaldesa anunciaba el inicio de la colocación de los contenedores marrones. Cuando llevan transcurridos más de 2 meses desde ese día, siguen teniendo una presencia mínima en las calles y parroquias de la ciudad. Una muestra más de la nefasta gestión del gobierno, que no implanta una medida obligatoria desde el 30 de junio (en base a la ley 7/2022). Y no será por falta de medios, ya que hay un contrato que asciende a más de 11 millones de euros anuales para tal fin.
• El Grupo Municipal Popular impulsará conocer los motivos de depositar en este punto los colectores viejos en lugar de procesarlos adecuadamente, si es que ya no pueden dar servicio, o almacenarlos en instalaciones adecuadas. Una nuevo ejemplo del ecologismo hipócrita del gobierno municipal.
• Antonio Ameijide señala que “imágenes como esta” no se corresponden con un gobierno preocupado por cuidar el medio ambiente: “parece que lo único que quieren es buscar un sitio donde tirar lo que ya no les sirve como ya hicieron en otras ocasiones en las Gándaras o en el Ceao, por ejemplo”
• Los concejales populares denuncian que la nula preocupación de PSOE y BNG en el Ayuntamiento de Lugo por cuidar el medio ambiente se ve reflejada en acciones como esta y en la nula preocupación por eliminar las escombreras incontroladas que hay en las parroquias.
• Ameijide también pide “mayor vigilancia y preocupación” al gobierno local por sus propiedades ya que los edificios que hay frente a los depósitos están “completamente vandalizados” y además están abiertos y parece que algunos están ocupados
• La preocupación del gobierno local por mantener sus propiedades “queda en entredicho una vez más” ya que tienen muchas de ellas abiertas, con pozos o maquinaria “sin ningún tipo de control”: “estas propiedades suponen un riesgo muy grande, cualquiera puede entrar en ellas y no queremos tener que lamentar ninguna desgracia”.